Por Enrique Toledo | Opinión
Reaparece nuevamente nuestro patriota cooperante “El Comandante Fabri”. Esta vez bastante ofuscado, por la forma de expresarse en el escrito. Dice textualmente: “Lic. Toledo, estoy sumamente arrecho, y perdone la expresión, pero la indignación es tal, que ya no sé quién es más corrupto, si el que desangra el tesoro público o quienes no hacen nada por detenerlo.

Esto que le comento es una más de las tantas e interminables tramas de corruptelas que sacuden al municipio Sotillo de nuestro estado Anzoátegui, sin que nadie se atreva a ponerle el cascabel al “Gatito”, sí, al que llaman la pantera, quien a estas alturas ya parece un Tigre Siberiano, por tanta riqueza acumulada a costa del deterioro de la vida del portocruzano.
Quiero referirme al tema del asfaltado de la ciudad, tema del cual el alcalde Moreno y su familia han cimentado parte de las riquezas acumuladas durante casi 12 años de saqueos al erario público. Para nadie es un secreto que todas las obras de asfaltado del municipio se manejan a través de un círculo íntimo conformado por Fidel Moreno (Hijo), Maryuri Hernández (primera dama del municipio), Hernán Moreno (hermano del Alcalde) y el sempiterno y único contratista Antonio González (Sobrino y testaferro principal del alcalde) quienes deciden todo lo referido al tema asfaltado, teniendo bajo su control toda la cadena de trabajo (desde la producción del asfalto hasta la colocación del mismo incluyendo la supervisión y aprobación de cantidades de toneladas suministradas. De esta manera esta gente se paga y se da el vuelto).
Ahora, yo quisiera que alguien me explicara cómo es que aun cuando el presidente Maduro ha dado órdenes severas de luchar contra la corrupción, al igual que el Fiscal General de la República, no han podido meter en cintura a este alcalde corrupto y a su séquito familiar, ¿Quién protege al Alcalde Moreno? ¿Tendrá el gobernador la última palabra?”.
Amanecerá y veremos
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