Esta semana, el exvicepresidente Pablo Iglesias anunció un fichaje
de relumbrón para su pódcast. Se trata de Inna
Afinogenova (Daguestán, 1989), a quien presentó como una “periodista
independiente especializada en América Latina”. Es cierto que Afinogenova es
licenciada en Periodismo por la Universidad Estatal de Moscú y también que
tiene un profundo conocimiento de Sudamérica, donde es una referente de los
movimientos indigenistas y en general de izquierdas, si bien el adjetivo de
‘independiente’ es cuestionable, reseñó Alfredo Pascual en El Confidencial.
Porque, hasta el mes de marzo, Inna Afinogenova ha sido la voz oficial de la
propaganda rusa en español. En 2009, recién terminada la universidad, entró
como becaria en Russia Today (RT), financiada al 100% por el
Kremlin, donde fue ascendiendo hasta su último cargo
conocido, subdirectora de la web. Su popularidad se debe a una serie de
vídeos, ‘Ahí les va’, donde la periodista analizaba la actualidad de América
Latina principalmente, aunque en ocasiones, siempre en línea con la agenda de
Putin, abordó otros asuntos, como la amenaza de la OTAN, la independencia de
Cataluña o el encarcelamiento del rapero Pablo Hásel.
Lo hacía con un estilo desenfadado, brillante en términos comunicativos,
buscando siempre los trapos sucios de Occidente y obviando, como es lógico,
los del país que la tenía a sueldo. A lo largo de los años,
Afinogenova ha conseguido una importante comunidad de seguidores, en su
mayor parte latinoamericanos, que creen que su palabra es ley.
Todo se vino abajo con la invasión de Ucrania. La periodista,
que llevaba meses burlándose de los informes que señalaban el despliegue
de tropas rusas y un inminente ataque sobre suelo vecino, quedó expuesta de un
día para otro. “Por supuesto llegará enero, después febrero, marzo, pasará
2022 y seguro que los grandes medios, de cuando en cuando, seguirán diciendo
que la invasión de Rusia a Ucrania es inminente, y que si aún no se ha
producido, es gracias a las continuas denuncias de que es inminente. Siempre
inminente. El cartel de ‘hoy no se fía, pero mañana sí’, en su vertiente
militar y geopolítica”, decía en diciembre del año pasado. “Pero quienes
seguimos de cerca este conflicto sabemos que quienes insisten una y otra vez
en advertir de una inminencia que nunca llega no lo hacen por ignorancia,
sino porque lo tienen perfectamente calculado”.
pic.twitter.com/e3XRMPgxEv https://t.co/lgcx2Hawsg
— Fermín Grodira (@grodira) June 24, 2022
Y, de repente, el silencio. Afinogenova no volvió a publicar un vídeo hasta el mes pasado, ya en su canal personal, en el que afirmaba haber abandonado RT después de 12 años por “no estar de acuerdo con la guerra”. Ahora que reaparece en Madrid, la semana de la cumbre de la OTAN, en el pódcast de Iglesias, surge la pregunta: ¿es Afinogenova una disidente rusa o sigue siendo la misma propagandista, solo que en otro púlpito, ahora que Europa ha vetado sus canales?
“Afinogenova era, o es, la subdirectora de RT. Eso significa que es, o era, la mano derecha de Margarita Simonián, la gran propagandista de Putin. Ese es un cargo eminentemente político, que no tiene nada que ver con el periodismo”, dice un analista especializado en propaganda rusa que prefiere no revelar su nombre por temor a represalias. “¿Puede haber abandonado el cargo y salir de Rusia sin más? Sí, podría ser, pero se esperaría un acto de repudio por parte de Moscú, o al menos de sus compañeros de RT. Esto no solo no ha sucedido, sino que sus vídeos han permanecido en la plataforma de Russia Today durante meses”.
Para este analista, la clave del discurso de Afinogenova no está en lo que dice, sino en lo que se calla. “El único cambio que he visto en Afinogenova es que ahora pronuncia la palabra ‘guerra’, que es algo que en Rusia puede entrañar un delito de cárcel. Sin embargo, me sorprende que, después de tantos años, no se haya opuesto a ningún otro de los conflictos armados de Putin o que ahora, ya desde la Europa libre, no critique la persecución de homosexuales o el asesinato de opositores en Rusia. Me da la sensación de que es el mismo discurso, pero evitando hablar de su país de origen”, dice.
En una entrevista reciente conducida por la directora de ‘Público’, Virginia P. Alonso, y Pablo Iglesias, Afinogenova explicó que no abordaría cuestiones relacionadas con la guerra en el pódcast, ya que Putin aprobó el 24 de febrero un paquete de leyes que limitan enormemente la libertad de prensa. “Yo trabajé con bastante libertad, pero no esperé a encontrarme en la tesitura de no poder decir lo que yo quisiera sobre la guerra”, explicó.
“Hasta el 24 de febrero se podía escuchar en Rusia una versión que no coincidía con la versión oficial: ahora es imposible”, lamenta Afinogenova, que en una década no movió una coma de los postulados de Moscú. “Me cuesta creer que una propagandista se haya convertido de golpe en periodista. Hablamos de una persona que incluso se ofreció [pronuncia ofreció con tono sarcástico] a recibir la Sputnik voluntariamente, igual que su compañero Carlos Moraga, también trabajador de RT y que se vendió en la prensa española como el primer extranjero en inocularse la vacuna rusa. ¿Esto es periodismo o es colaborar con tu Gobierno hasta la última instancia?”, prosigue el analista.
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