Con el sencillo título de
La donación el ingeniero de datos Jaime Gómez-Obregón ha publicado por fin el trabajo en el que lleva meses trabajando y para
el que realizó una exitosa campaña de financiación colectiva. La temática elegida fue «los escándalos en torno a la Casa Real
española», pero podrían usarse las mismas herramientas y metodología para
analizar los superhéroes del Universo Marvel, la documentación de la
investigación de las vacunas de la Covid-19 o la contratación pública en Cantabria; otro trabajo anterior de Gómez-Obregón de hace unos años.
En la sección dedicada a la metodología
el autor explica cómo ha sido el trabajo que ha llevado a cabo en soledad,
cual hombre-orquesta; los más afortunados han podido seguir la evolución por
Twitter semana a semana. Básicamente ha consistido en localizar y extraer
todos los documentos posibles de Internet sobre un tema, incluyendo:
boletines oficiales, datos de la Wikipedia, registros públicos de empresas,
noticias de periódicos y cualquier cosa que sea transformable en texto. Esto
no siempre es fácil porque muchas entidades ponen grandes trabas a la
transparencia, no publicando información o haciéndolo en formatos incómodos,
pero nada que un buen bot no pueda rastrear, scrappear, convertir y
adecuar para ser procesado. Esto incluye la conversión de incómodos PDFs en
formatos más legibles y en una gran limpieza manual de todos los datos (que
muchas veces contienen erratas, a veces aleatorias, a veces no tanto), reseña
microsiervos.com.
El paso clave es identificar los elementos de la historia (personas,
empresas, entidades, fechas…) y sus relaciones (adquiere, menciona, paga,
viaja…) Con todo eso se puede trazar un gran mapa de relaciones. Y
recordemos que, como en otros órdenes de la vida, «quien tiene el mapa tiene
el poder». Este mapa en concreto tiene 599 nodos, 809 relaciones, 273
documentos y 30 fuentes de datos. Luego todo se enlaza con el poder del
hipertexto para poder investigarlo, añadiendo algunas fotos para hacerlo
visualmente más atractivo y fácil de leer. De todo esto surge incluso un
vocabulario propio, lo que da lugar a una especie de ontología para estudiar el tema.
En La donación es completamente aplicable la sabiduría de Pazos, ese gran
filósofo gallego que enseñaba que «lo importante es el conceto». Aquí los
asuntos de política, corrupción y miseria humana son casi lo secundario – ya
los conocemos de los telediarios. Es el concepto de
la herramienta de investigación lo que importa. Una vez creada, se
convierte en una máquina de devorar documentos que pueden añadirse
fácilmente para ampliar la investigación; también pueden servir de base para
otras búsquedas similares sobre otras temáticas. Según el autor, en los
resultados hay detalles y conclusiones que se han publicado todavía,
probablemente porque resultan difíciles de detectar para los periodistas o
fiscales.
En el caso de España, tristemente los jueces, fiscales, fuerzas de seguridad y
economistas de estado que trabajan en estos y otros temas no cuentan con estas
herramientas. Más probablemente usan hojas de cálculo anticuadas, bases de
datos inútiles y software obsoleto, lo cual les hace ir por detrás de los
tiempos, las empresas privadas y los impulsores de estas tecnologías.
Todo lo referido a la corrupción en la realeza de España ha sido sistematizado
y puesto al servicio de todo público.
Así, cualquier personas -incluidos jueces, periodistas e investigadores-
pueden rastrear las vergüenzas de la Casa Real de España, donde, por cierto,
abundan los escándalos financieros.
El Jaime Gómez-Obregón es el creador de esta herramienta, que se halla en
ladonacion.es. Y va por más, reseña
mdzol.com.
Desde hace unas semanas ciudadanos, periodistas e incluso jueces e
investigadores, tienen a su disposición la nueva herramienta para escudriñar
todo lo relacionado con la presunta corrupción en torno a la Casa Real
española y a los sospechosos movimientos del anterior jefe del Estado, Juan
Carlos I.
El ingeniero español Jaime Gómez-Obregón ha desarrollado un arduo trabajo de
recolección de información y conexión de datos. En esta web se pueden
encontrar personas, empresas, lugares, hechos y fechas. Además, todos estos
datos aparecen interconectados con aquellos otros con los que tienen relación.
Detrás de este inmenso esfuerzo está una iniciativa personal que trata de
dotar de más transparencia a las instituciones y al sector público español.
Gómez-Obregón persigue este objetivo a través de lo que define como una
“ecuación novedosa”: “Utilizar la tecnología, la ciencia de datos y las
recientes leyes de transparencia”, explica.
Defiende que su labor quizá tenga un “punto de transgresión”, así como de
“reto intelectual”. Además, deja claro que no quiere que su trabajo se utilice
en la batalla de la propaganda política “de siglas o colores”, sino que se
entienda como “una iniciativa ciudadana para reclamar más transparencia en la
gestión de lo público”.
Gómez-Obregón se define como “un ingeniero vocacional”. Se tituló en
ingeniería de telecomunicación y aprendió muchas matemáticas y electrónica,
pero su interés estuvo centrado desde su infancia en “esas maravillosas
máquinas que son los ordenadores”.
A los seis o siete años, a finales de los 80, se topó con un microordenador de
8 bits, un Spectrum de Sinclair, que aún conserva: “Aquella máquina mágica
venía con unos rudimentarios videojuegos y además se podía programar. Me
enganché a programarla como un yonqui… y hasta hoy”, cuenta.
Desde entonces han pasado treinta años. En la facultad comenzó a trabajar con
grandes volúmenes de datos y en 2007 inició su participación en la
consolidación de la cultura de datos abiertos (open data) en España. Ha
participado en congresos y conferencias y su trabajo ha sido expuesto también
en ámbitos internacionales.
“El año pasado tomé una decisión complicada: aparcar temporalmente mi vida en
la empresa privada para dedicarme a tiempo completo a elaborar software para
dar más transparencia a las instituciones”, relata sobre cómo comenzó a dar
“una batalla innovadora, mediante la tecnología y la ciencia de datos, al
endémico problema que España tiene con la corrupción”.
Tras 16 años como empresario de una pequeña empresa, su conocimiento del
tejido empresarial de la región donde vivía, Cantabria, al norte de España, y
de las relaciones con las administraciones, decidió emprender su primer reto:
el mapa de la contratación pública en Cantabria.
Tras conocer el hastío del empresariado de la región con la Administración
Pública, “con sus ritmos imposibles, su perenne ineficacia y, sobre todo, la
arbitrariedad de algunas decisiones” tomadas por intereses políticos que no
coinciden necesariamente con las necesidades de buena parte del tejido
económico del territorio, este ingeniero decide “ejercer su libertad” para
cambiar las cosas.
Así nace una herramienta que explora casi 26.000 contratos del Gobierno de
Cantabria y más de 4.500 licitadores, con la intención de “dar visibilidad a
varios chanchullos con dinero público”, algunos de los cuales fueron recogidos
por los medios de comunicación e, incluso, llegaron a ser debatidos en el
Parlamento regional.
Pero su mayor reto hasta la fecha ha visto la luz hace pocas semanas.
Gómez-Obregón lo califica como “el mayor compendio público de datos y
documentos en torno a las corruptelas en la Casa Real española”.
Se trata de ladonacion.es, un nombre que parte de la extraña donación de 65
millones de euros que en 2012 el entonces rey de España, Juan Carlos I,
realizó a su examante Corinna Larssen. Un hilo del que ha tirado tanto la
Justicia suiza como la española y que ha provocado investigaciones judiciales
que señalan que el dinero puede provenir de una comisión por la adjudicación
de la construcción del tren de alta velocidad entre La Meca y Medina, en
Arabia Saudí.
Sobre esta cuestión y otras relacionadas con las finanzas del exmonarca
español se han vertido ríos de tinta en los medios de comunicación, pero los
datos son tan variados y tan abundantes que era necesario una estructuración.
Ahora, este ingeniero español ha reunido y conectado toda esta ingente
información.
Para ello ha diseñado una metodología formal para “registrar, enlazar y
presentar la información de manera interactiva con el máximo rigor”. Sostiene
que su objetivo es “reclamar, desde la ciudadanía, una mayor transparencia en
las instituciones, también en la primera del Estado”.
“Ahora que tengo adquirido el conocimiento, programada la herramienta y
definida la metodología, me gustaría aplicar las tres cosas a otras historias
de interés público”, cuenta. Así, el próximo reto, que “aún está en el horno”,
podría centrarse en la contratación pública en España.
Aunque al calor de las nuevas leyes sobre transparencia el Estado publica
datos, a este ingeniero no le parecen suficientes para “resolver los problemas
que todos los licitadores conocen y padecen, para darle luz a todo y evitar
que los caciques locales sigan tejiendo con dinero público esas redes
clientelares que envenenan la confianza de la ciudadanía en las instituciones
y pudren el tejido económico”, explica.
“Muchos estamos hastiados de la corrupción en España y del descrédito de las
instituciones, pero nos une el convencimiento de que con tecnología y datos
podemos, desde la ciudadanía, cambiar las cosas”.
De modo que para que la ciudadanía pueda “exprimir esos datos”, se propone
construir nuevas herramientas “que sirvan para ponerlos verdaderamente en
valor”: “Ese es el reto que ahora me resulta más atractivo”, afirma.
Los proyectos de Gómez-Obregón no se podrían hacer realidad sin una ciudadanía
comprometida con la transparencia de las instituciones públicas. Si bien el
primero de sus proyectos, en el ámbito cántabro, fue autofinanciado,
ladonacion.es y los que se están horneando han recurrido al crowfunding a
través del portal Patreon.
“Mi convicción es que el sector público necesita de estos meneos, que solo
pueden darse desde la libertad e independencia de una ciudadanía implicada en
la gestión de lo público”, por lo que cualquiera que comparta sus valores está
invitado a aportar para que este ingeniero pueda concentrar todo su “esfuerzo
intelectual” en estos retos.
“Muchos estamos hastiados de la corrupción en España y del descrédito de las
instituciones, pero nos une el convencimiento de que con tecnología y datos
podemos, desde la ciudadanía, cambiar las cosas”, resume.
+ There are no comments
Add yours