Jhonnathan Teodoro Marín Sanguino nació en la ciudad de Caracas, en 1978. Es abogado y fue
alcalde de la ciudad de Guanta, Venezuela.
Es el segundo de tres hermanos; Jhonny José y Johanna del Valle. Su infancia
transcurrió en la comunidad de Los Cocalitos.
Egresó como abogado de la Universidad Santa María y con un postgrado en
Derecho Administrativo y 8vo semestre de ingeniería civil.
Incursionó en la vida política en el año 2002, en las filas del Movimiento
Quinta República (MVR), organización política creada por Hugo Chávez.
En el año 2008, luego de un proceso de elecciones internas del Partido
Socialista Unido de Venezuela (PSUV), resultó candidato a la alcaldía del
municipio autónomo de Guanta, en el proceso electoral del 23 de noviembre
“Regionales 2008”.
En diciembre de 2013 es reelegido para el segundo mandato como alcalde del
municipio Guanta, sin embargo renuncia en el 2017. Según lo expresó en una
carta, tomó la decisión por el estado de salud de uno de sus hijos.
El 5 de junio de 2020 el contralor general de la administración de Nicolás
Maduro, Elvis Amoroso, anunció la inhabilitación política por 15 años del
exalcalde Jhonnathan Marín.
El funcionario solicitó al Ministerio de Interior y Justicia, Ministerio
Público y Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban)
tramitar “acciones preventivas” para Marín, como prohibición de gravar bienes
y bloqueo de cuentas e instrumentos financieros nacionales y extranjeros.
Se declaró la responsabilidad administrativa de Marín por irregularidades
administrativas en los períodos fiscales 2013, 2014, el primer semestre de
2015 y 2019. Entre los años 2013 y 2019 se le aprobó un presupuesto de 388
millones 544 mil 836 bolívares (lo que equivale a 38 millones 854 mil 483
dólares). En ese período no presentó la documentación justificativa de las
operaciones administrativas.
Amoroso señaló que la alcaldía de Guanta pagó 1 millón 630 mil 959 bolívares
(163.000 dólares) por concepto de rehabilitación del parque La Sirenita. Las
obras no se ejecutaron. Marín también descontó los montos del Seguro Social,
fondo de jubilaciones y ahorro para vivienda de los trabajadores de la
alcaldía durante los ejercicios fiscales de 2019 y el primer semestre del
2015, lo que creó una deuda para la institución.
El contralor remitió el caso a la Fiscalía General de la República para que
fueran practicados los procedimientos necesarios.
El 25 de septiembre de 2019, Amoroso anunció que la Contraloría inició
procedimientos contra Marín por “ilícitas irregularidades que dañaron el
patrimonio público” durante su gestión.
En 2016, los carnavales de Guanta se tornaron en controversia por una
situación irregular en la que hubo varios heridos y por el financiamiento
millonario que recibió de parte de un par de empresarios. Marín también está
involucrado en corrupción a través de la Faja Petrolífera del Orinoco, como se
ha quedado demostrado en investigaciones del Ministerio Público venezolano.
En respuesta a la contraloría, Marín publicó en las redes, en 2019, un vídeo
donde retó al contralor Amoroso y amenazó al Gobierno de Nicolás Maduro con
hacer graves revelaciones, después de haber estado vinculado durante años al
chavismo.
Marín y su esposa Esneidy Mayerling Villanueva Medina se hallarían afincados
en una de las mejores zonas de Ciudad de México, donde según sus compatriotas
“se dan la gran vida” y “derrochan dinero expoliado a Petróleos de Venezuela
(PDVSA) y a la alcaldía de Guanta”.
Estamos abriendo una ventana hacia el futuro, nuestro compromiso sigue intacto con la gente que confío en nosotros, que nadie caiga en falsos testimonios estamos más moralizados y comprometidos que nunca!!! #Guanta pic.twitter.com/EJPC1gFbW2
— Jhonnathan Marín (@jhonnathanmarin) September 25, 2019
En 2018 Jhonnathan Marín celebró las navidades con su familia en lo que parece
ser una exclusiva residencia. Así lo mostró una fotografía compartida por la
periodista Maibort Petit, quien a través de su cuenta de Twitter hizo pública
la imagen en la que se ve a Marín, tras haber huido de Venezuela en 2017 por
señalamientos de corrupción, junto a su esposa, Esneidy Mayerling Villanueva
Medina, y sus hijos, entre ellos Junior, a quien Marín le ha patrocinado una
carrera en la industria musical.
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Jhonnathan Marín y Esneidy Mayerling Villanueva |
El post, originalmente publicado en la cuenta de Instagram de su esposa, fue
comentado por el exfuncionario chavista: «¡Feliz Navidad en unión de mi bella
familia, Marín&Villanueva! Que Dios y la virgen los llene de bendiciones a
todos. Son los más sinceros deseos de nuestra parte. Dios bendiga a mis hijos
y a mi bella esposa. ¡Los amo!».
Tras su huid de Venezuela, durante una estadía en Estados Unidos, Marín vivió
cómodamente en The Bond, un exclusivo edificio en Brickell en el que solo
viven personajes de la élite de Miami.
En el mes de mayo de 2020, Marín, quien es solicitado penalmente por el
Tribunal 21 de Control del Área Metropolitana de Caracas por la presunta
comisión de delitos de corrupción perpetrados contra la industria petrolera
venezolana, reapareció en Instagram en una disputa con el Colectivo
@TuiterosDLaFaja, una vez que los primeros colocaran en su cuenta de Instagram
una información sobre la colaboración de los exmilitares Antonio Sequea y
Víctor Pimienta, implicados en acciones conspirativas contra el Gobierno de
Nicolás Maduro planificadas desde territorio colombiano, ayudaron a Marín a
escapar de Venezuela por su frontera con Colombia.
El Colectivo @TuiterosDLaFaja está conformado por un grupo que se identifica
como defensores del legado del Hugo Chávez y de la Faja Petrolífera del
Orinoco.
Varios usuarios de la red, conminaron a Marín a ponerse a derecho ante la
justicia venezolana y no seguir dándose la gran vida con el dinero mal habido
en su gestión como alcalde.
Organismos de seguridad del Estado venezolano detectaron, mediante de fuentes
de inteligencia, que el exalcalde Jhonnathan Marín presuntamente financió
“acciones terroristas y desestabilizadoras” contra el Gobierno de Nicolás
Maduro, a través de los exmilitares Antonio Sequea Torres y Víctor Pimienta
Salazar.
La información obtenida indica que durante los últimos tres años, Marín
sostuvo reuniones privadas en el Hotel Boheme, ubicado en la lujosa Zona-T de
Bogota, con Sequea Torres y Pimienta, a quienes supuestamente financiaba para
organizr actos conspirativos contra el Gobierno de Maduro.
Los exmilitares Sequea y Pimienta, ayudaron a Marín a escapar por la frontera
terrestre con Colombia en 2017, luego de que el Ministerio Público lo
investigara por estar incurso en delitos de corrupción contra la estatal
petrolera PDVSA.
Marín, en complicidad con funcionarios de Pdvsa, creó empresas de maletin, con
las cuales desfalcaron miles de millones de dólares con contrataciones que
sobrefacturaban precios por supuestos servicios prestados.
Actualmente Marín se encuentra prófugo de la justicia de Venezuela y es
solicitado por el tribunal 21 de control del Área Metropolitana de Caracas por
la presunta comisión de los delitos de peculado doloso impropio y asociación
para delinquir en detrimento de la industria petrolera venezolana.
En 2020 se filtró a medios venezolanos un audio en el que Marín supuestamente
confesaba una larga lista de delitos, cometidos durante casi 9 años como
alcalde de Guanta.
“Todo el mundo sabe que defalqué la Faja Petrolífera del Orinoco, me robé los
reales del Seguro Social, desde el año 2012 al 2015. Mientras que fui alcalde,
yo me robe los reales de la Ley de Política Habitacional de los Trabajadores
de Guanta”, aseguró e hombre en el audio.
El mismo dejó claro: “yo me robe los reales de la ejecución de la obra de la
sirena, esa es la verdad y eso hay que decirlo, yo no soy de los que escurre
el bulto, yo no voy a ocultar de dónde vengo”.
Acusaciones de corrupción
Jhonnathan Marín es un ex-alcalde chavista que huyó de Venezuela, tras estar
comprometido en un esquema corrupto que desfalcó cientos de millones de
dólares a PDVSA, la petrolera del Estado venezolano. Su rol como instrumento
para la corrupción petrolera en la zona oriental de su país tiene su origen en
un presunto plan de socavamiento de la industria, que se ha replicado en casi
todas las áreas de operación y empresas mixtas en los distintos ámbitos
geográficos venezolanos.
Ese proceso se concretó con la conformación de «empresas de producción social»
de la Alcaldía de Guanta (un modesto municipio de la provincia de Anzoátegui
con escasas calles que otrora perteneció a Puerto La Cruz, otra ciudad de
Venezuela) construcción de obras y financiamiento de proyectos lo que
contribuyó a escalar a Marín. Mientras que las empresas de producción social
(EPS) le dieron la posibilidad de comenzar a construir su red empresarial
derivando contratos hacia sus compañías de fachada o las de sus allegados.
La consolidación de la principal maquinaria empresarial, Constructora Cuferca,
con ramificaciones en los Estados Unidos, Republica Dominicana y Panamá:
ocurre a partir de 2009 cuando se le adjudica los contratos para la
gasificación de las ciudades de Barcelona, Guanta y Puerto La Cruz, y da pie
para iniciar contrataciones de mayor magnitud con PDVSA en proyectos de la
Faja del Orinoco. Algunas versiones refieren que los hermanos Urbano Fermín
pasaron de ser dueños de un camión volteo que “sacaba arena” a ser los
accionistas del grupo empresarial de más rápido crecimiento de la zona
oriental y tal vez de toda Venezuela. Todo esto de la mano de Marín y el
respaldo burocrático de la antigua gerencia de la Faja del Orinoco hoy
procesada por graves delitos de corrupción.
El empresario Marín (accidentalmente convertido en alcalde) proviene de una
familia de raigambre adeca y por lo tanto se inició en la política como
activista del partido blanco. Tras la avalancha del chavismo, a partir del año
2004 y luego de unas pasantías por la Causa R de la mano de Luis Edgardo Mata
(uno de los abogados del condenado por pedofilia Jeffrey Sanz) se puso su
camisa roja y apostó por esta opción de poder político que le resultó
sumamente rentable. Es familiar directo del exalcalde de Barcelona, otra
ciudad de Venezuela, José Gregorio Salazar, “Goyo”, quien tras un millonario
desfalco a la municipalidad que gobernó huyó a Miami.
Una versión indica que Marín se aproximó a la política municipal desde una
posición como conductor de Nelson Moreno, entonces alcalde de Puerto La Cruz.
Fue estrechando el nexo hasta el punto que lo designó enlace con el Fondo
Intergubernamental para la descentralización (FIDES), para la presentación y
ejecución de proyectos de obras públicas. Allí modeló sus habilidades en el
“mundo de los negocios”.
Un allegado y excolaborador lo define como una especie de articulador y coach
de la corrupción para lo cual aprovecha cualquier «debilidad biosicosocial o
desliz» de funcionarios, al punto de conservar videos o fotos de cualquier
nivel de manera de poder asegurar su colaboración “voluntaria” y permanente en
la obtención de contratos o favores.
Los nexos de Marín con el grupo Urbano Fermín están demostrados por el
carácter público y notorio que han asumido los mismos y por documentos de
negocios que están en poder de las autoridades. Eso incluye contratos a través
de las empresas que están a nombre de su esposa, Esneidy Mayerling Villanueva,
para prestar servicios o vender suministros a PDVSA.
Uno de los episodios más sonados y repudiados fue la presentación del cantante
colombiano Maluma, en Guanta durante el Carnaval de 2016. Aparte de una
situación de violencia que dejó más de una decena de heridos algunos de bala,
la presentación generó cuestionamientos sobre la cuantiosa erogación que
supondría la misma. Marín rechazó las acusaciones asegurando que la alcaldía
no había pagado nada pues todo había sido financiado, unos 200 mil dólares,
por los empresarios de Cuferca, a quienes señalo como patrocinadores del
evento, con nombre y apellido. Toda una confesión impune de que incurrió en el
delito de concierto de funcionario público con contratista.
También destaca el pago que realizó Cuferca a un costoso abogado penalista hoy
preso por corrupción nombrado de pertenecer a la red de extorsión del antiguo
MP por la defensa de su hermano Jhonny, imputado por varios delitos,
incluyendo extorsión y porte de arma de fuego. Este último cargo fue
descartado cuando un exjefe de la contrainteligencia, conocido en la región
oriental, aseguró que el arma le pertenecía.
Marín tiene una especial y extraña relación con EEUU. Posee varias compañías
registradas en Miami, las cuales son representadas por su esposa. Al menos una
de estas ha llevado a Venezuela vehículos para su venta a PDVSA a través de
empresas de los hermanos Urbano Fermín.
Los hijos y esposa de Marín han estado residenciados en Florida, sur de los
Estados Unidos, antes de mudarse a México. Y él viaja con una muy alta y
sospechosa frecuencia en vuelos con aviones que están a su disposición sin
restricción. Algunos documentos revelan la existencia de una vivienda en
Boston y además una cercana relación con la familia de la antigua jefatura de
la Faja. La señora Marín figura como garante de pago de la matrícula de un
hijo del exjefe de la FPO en una escuela de idiomas de esa ciudad del norte de
USA.
Marín no escatima en gastos. Un pasado diciembre, mientras era alcalde,
realizó un viaje millonario con su grupo familiar a Bahamas. Luego se
justificó diciendo que había sido invitado por un alcalde de República
Dominicana y mostró fotos inspeccionando la construcción de un hotel. El avión
usado es presuntamente propiedad de Cuferca y también había estado a
disposición de Pedro León, ex-jefe de la Faja Petrolífera del Orinoco, hoy
preso por corrupción, con el que los negocios de Marín en la industria
petolera de Venezuela tuvieron un crecimiento exponencial.
Cuferca mantuvo una relación de negocios con el alcalde de Guanta, Jhonnathan
Marín, la cual quedó demostrada en febrero y marzo de 2017, tras registrase
varios allanamientos, por una investigación por la adquisición de monoboyas
para la industria petrolera de Venezuela, en los que hallaron contratos
adjudicados por Petropiar, Petrocedeño y Petromonagas, empresas mixtas de la
Faja Petrolífera del Orinoco (FPO), a compañías de la esposa de Marín.
En un allanamiento realizado en la vivienda de un primo de Pedro León en la
urbanización Guaraguao del estado Anzoátegui, perteneciente a PDVSA, se
localizaron documentos de las empresas que habían sido del exalcalde Marín, y
que se encontraban a nombre de su esposa, como la Cooperativa Simón Bolívar
Hacia el Futuro. Al ser allanada la sede de esta supuesta cooperativa se
localizaron documentos que daban cuenta de la estrecha relación personal del
alcalde y su esposa con el exdirector de la FPO, así como la existencia de
negocios entre ellos. También otros documentos que relacionaron las empresas
de la pareja Marin-Villanueva con empresas del grupo Cuferca. Entre otros,
cuentas de gastos de la constructora y registros de importaciones a su nombre
con la actuación de la compañía Group Services & Transporte VIP, presidida
por Esneidy Villanueva de Marín.
Marín ha actuó públicamente como un socio de Cuferca y ha prestado su apoyo
durante conflictos laborales de trabajadores de esa empresa, según reportes de
prensa. Su esposa, Esneidy Villanueva, aparecía como representante de varias
empresas y/o cooperativas en Venezuela, que antes habían sido propiedad del
alcalde. También figura como directora de tres firmas creadas en el estado de
Florida, en Estados Unidos. Un dato refiere cinco viajes de Marín a Florida en
el transcurso de 2017. El funcionario reconoció la realización de al menos un
viaje y alegó que se dio por invitación de un empresario y un alcalde
dominicanos interesados en una inversión turística en Guanta. En todo caso no
hay elementos precisos que permitan explicar el aparente incremento del
patrimonio del funcionario y su esposa y su evidentemente costoso estilo de
vida.
Los accionistas del grupo Cuferca y sus relacionados que no son formalmente
socios hacía uso ostentoso de bienes como yates de más de 70 pies de eslora y
aviones jet con autonomía de vuelo. Uno de esos aviones es el Lear Jet 55,
siglas YV-598T que ha sido usado por los hermanos Urbano, el alcalde Marín y
su familia y el exdirector de la FPO, Pedro León.
Jonathan Marín recibió un evidente respaldo político y financiero de parte de
la estructura de dirección del sector petrolero venezolano, lo que lo
convirtió en un actor con alta capacidad de decisión en las contrataciones de
la Faja Petrolífera del Orinoco.
Uno de sus más recientes cumpleaños, Marín lo celebró en una localidad
venezolana de la Gran Sabana, en la provincia de Bolívar y fletó unos cuantos
vuelos charter para trasladar a su corte de invitados desde distintos sitios
de Venezuela y de otros países.
Marín no sólo ha conducido los negocios que ejecuta a través de Cuferca:
también lo ha hecho con el empresario Constantino Bonaduce (procesado por
delitos de corrupción) a quien le ha enlazado negocios como una concesión de
aeropuerto, que le ha permitido convertirse e dueño y operador de una especie
de puerto aéreo en la ciudad de Barcelona, llamado Aerocentro. En esa
contratación estuvo metida la mano y la firma del general prófugo y confidente
del gobierno de USA, Hebert García Plaza.
En la relación con Bonaduce, Marín presuntamente acordó la compra de una
lujosa y enorme residencia en la urbanización Las Villas, de la ciudad de
Lechería, en Venezuela, bautizada como ONIX, donde vivió de forma publica y
notoria. Se trata de una de las mansiones más grande de esta zona, que estaría
en un lote formado por tres parcelas, con un área cercana a más de 4 mil
metros cuadrados. La transacción se hizo extraoficialmente por la suma de 4,5
millones de dólares, de los cuales Marín sólo pagó 2.5 millones.
Aunque todos estos hechos, con lujos y excesos que reflejan una profunda
corrupción bio-psico-social, son públicamente conocidos su actuación y la de
sus operadores empresariales, se ha desarrollado con total impunidad por al
menos una década.
El tren de vida y la riqueza acumulada por Marín y sus allegados en tan pocos
años es imposible generarla legítimamente y sin un poderoso lobby financiero.
Ninguno de los componentes de esta mafia corruptora y corrupta poseía bienes
de fortuna previamente. Marín era un simple chofer y su esposa una secretaria
de un concesionario de carros. Sencillamente no hay nada ni nadie que explique
que sólo el grupo de empresas Cuferca llegara cerca de 1 mil vehículos,
incluyendo maquinaria pesada, grandes fincas, edificios, mansiones, aviones,
yates, dentro y fuera de Venezuela, entre muchos otros activos que han
contabilizando las autoridades tras la detención de uno de sus socios, Carlos
Esteban Urbano Fermín.
Aún falta ver cuales serán las reacciones de factores de influencia en
Venezuela que, sin duda, contribuyeron con la consolidación de este plan de
saqueo y sabotaje al primer reservorio de petróleo del mundo.
Algunos internautas han pedido en las redes que el exalcalde también sea
investigado por colaborar supuestamente con el tráfico de droga a gran escala,
usando para ello instalaciones de un puerto marítimo y a la policía municipal
de Guanta, la ciudad que gobernaba. Según han expresado, se trató de una red
que facilitó la distribución de psicotrópicos por territorio venezolano.
El exalcalde Marín intentó realizar algunas fallidas adquisiciones en
Venezuela, como la del equipo de baloncesto Marinos de Anzoátegui, que
compraría a José Zambrano, banquero que huyó de Venezuela tras llevar a la
quiebra al banco Banorte.
Tras huir de Venezuela y permanecer un tiempo en Estados Unidos, donde trató
supuestamente de negociar con autoridades federales para convertirse en
testigo protegido, Marín había desistido de la idea y terminaría por quedarse
con su familia en México.
Se presume que el exalcalde posee negocios y bienes en República Dominicana,
como socio de los hermanos empresarios Carlos Esteban, Carlos Enrique y Carlos
Eduardo Urbano Fermín, junto a quienes es acusado de desfalco en la Faja
Petrolífera del Orinoco.
Marín supuestamente se practicó tres cirugías plásticas para cambiar de look, que le hiciera el Dr. Víctor Sánchez, médico de reinas de belleza.
Un hermano de Jhonnathan Marín, Jhonny Marín Sanguino, estuvo vinculado con un
caso de extorsión a altos directivos de la empresa estatal Ferrominera del
Orinoco, situación denunciada en el año 2013 en Guayana, estado Bolívar.
Por tal motivo la fiscalía acusó a Jhonny Marín por extorsión, legitimación de
capitales, asociación para delinquir y porte ilícito de arma de guerra,
delitos por los que un tribunal de Caracas le dictó medidas cautelares.
Muy buena la noticia, increible que todo quedara silenciado