Verdades y mitos en torno a los no tan recientes “hallazgos periodísticos” sobre el internacionalmente buscado exjefe de inteligencia venezolano Pedro Luis Martín Olivares

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Por C.C. | Opinión
expresa.se

No pretendemos demeritar la estoica labor del equipo del prestigioso portal
Armando Info, ni sumarnos a ninguna campaña de descrédito en contra de ellos,
pero la verdad debe ser dicha al costo que sea.

El buen periodismo debe estar por encima del ego y el afán de protagonismo. El
trabajo que vamos a desarrollar a continuación nos lleva inevitablemente a
recordar la eterna pelea entre el investigador Alek Boyd y los “Pulitzer”
venezolanos, como el mismo los definía. Dejando claro que ambas partes
pretenden ser el alfa y el omega.

No es la primera vez que nos indigna leer un trabajo periodístico donde la
visión sobre los hechos está manipulada maniqueistamente. De hecho, es el
tercero donde se impone un criterio único y solamente la visión de dicho
equipo editorial con el único fin de ocultar verdades, omitir protagonistas y
proteger a actores involucrados en graves hechos ilícitos.

No quiero decir con esto que mientan. No, pero sí medias verdades, plagadas de
voluntarias omisiones.

El afán protagónico lleva a estos célebres periodistas a creerse ahora dueños
de la escena mediática en Colombia y si algún otro venezolano se atreve a
tratar de destacar es víctima de las peores calumnias y falacias. Bien podrían
preguntar a Don Gonzalo Guillen y encontrarán respuestas a mis aseveraciones.

En fin, el objetivo de este análisis es otro. Ya en un reportaje publicado
sobre empresas relacionadas con el delincuente de cuello blanco Ricardo
Fernández Barrueco hubo una descarada e impune manipulación de la verdad. Algo
similar sucedió cuando publicaron un trabajo sobre un sector de la banca
venezolana controlada por poderosas familias de origen libanés, donde de
manera exprofesa se omitió al grupo familiar De Grazia- de origen italiano-
pero muy implicados en las irregularidades que se exponían. Hoy estamos
seguros que estos últimos patrocinaron dicha investigación, maleada a favor de
sus propios intereses y cuyo único objetivo fue dañar a las otras mafias que
le hacen competencia dentro del mercado financiero venezolano.

Hoy sucede algo igual o peor con el narcotraficante venezolano Pedro Luis
Martin Olivares, amigo íntimo por cierto de la también laureada periodista
Sebastiana Barráez, pero este tema lo desarrollaremos más adelante.

De esta manera inicia su cacareado último trabajo:

“Pedro Luis Martín Olivares, exdirectivo de la policía política venezolana,
buscado en Estados Unidos por presunto narcotráfico vinculado al Cártel de
los Soles, tiene un perfil público deliberadamente bajo. Aunque no conserva
el mismo poder del que gozó con Hugo Chávez, se las ha arreglado no solo
para seguir impune frente a quienes intentan denunciar su doble vida entre
los servicios secretos y las actividades ilícitas -de la extorsión al
tráfico de influencias-, sino además para levantar un emporio empresarial
mientras sus parientes acumulaban un valioso patrimonio inmobiliario.”

No es presunto. Está comprobado que se trata de un peligroso
narcotraficante y su poder en la actualidad es igual o mayor que en tiempos
de Chávez.

 

“Pedro Luis Martín Olivares (55 años de edad), quien opera desde una oficina
en un lujoso complejo comercial y hotelero de Caracas, es poco conocido en
su Venezuela natal, y su nombre no aparece en las listas internacionales de
los “más buscados”. Sin embargo, Estados Unidos ofrece una recompensa de
diez millones de dólares por su detención, una cifra mayor incluso que la
ofrecida por los hijos del infame jefe del cártel mexicano de Sinaloa,
Joaquín El Chapo Guzmán”.

Actualmente ya no opera desde sus oficinas en el Centro Lido. Desde mucho
tiempo lo hizo desde su despacho en las oficinas privadas al lado del Hotel
Eurobuilding, junto a PDVSA y actualmente lo hace desde el Hotel Tamanaco,
donde frecuentemente es visto acompañado del abogado Gustavo A.
Calzadilla.

“Martín, un alto funcionario de inteligencia del expresidente Hugo Chávez,
fue acusado por un tribunal de Florida por cargos de narcotráfico en 2015.
Estados Unidos ha sancionado sus intereses comerciales, que van desde la
seguridad privada hasta la avicultura.

A pesar de las acusaciones de peso contra Martín, y del poder oficial que
ejercía bajo el mandato de Chávez, se las ha arreglado para mantener un
perfil bajo a lo largo de los años.

Nada de lo anterior, en cualquier caso, ha impedido a su familia acumular
importantes activos en el extranjero”.

Pedro Luis Martin fue director de inteligencia económica o financiera de la
extinta DISIP.

“Ahora, OCCRP (siglas en inglés del Proyecto de Reportería del Crimen
Organizado y la Corrupción), en colaboración con Armando.info de Venezuela,
InfoLibre de España, y el Miami Herald de Estados Unidos, han rastreado
parte de la fortuna de Martín hasta Barcelona, la capital catalana en
España, donde sus familiares han adquirido apartamentos de lujo en una de
las zonas más caras de la ciudad. Las propiedades eran desconocidas hasta
para los investigadores españoles que siguen el rastro de Martín en ese
país”.

Años atrás denunciamos la presencia de inversiones de Pedro Luis Martin en
tierras españolas y no se trata de un descubrimiento reciente de OCCRP, como
pretende presentarse.

“A partir de documentos judiciales, expedientes de investigación, registros
de empresas y propiedades, y entrevistas, se han descubierto nuevos detalles
sobre la vida del exfuncionario de inteligencia, que incluyen el hecho de
que también adquirió un documento de identidad español. Tiene la
nacionalidad española y los investigadores manejan la información de que
tenía una identidad falsa con el nombre de Ramón José Garrido Sánchez”.

Tampoco es nuevo para nosotros, llevamos años denunciando que Martin es
poseedor de una docena de pasaportes venezolanos con distintas identidades,
ninguno falsificado y de otras nacionalidades suramericanas, además del
español. En este último caso pudo haber recibido colaboración del abogado
Baltasar Garzón, quien es especialista en obtener identidades nuevas para
sus clientes.

“Iván Simonovis, excomisario de policía y reconocido investigador penal
venezolano, quien permaneció durante 15 años preso bajo el chavismo, dijo
que Martín había “tenido mucho poder y hecho mucho daño a mucha gente” a lo
largo de los años, aunque su influencia ha disminuido más recientemente.”

Simonovis es de los que menos sabe sobre Martín. Iván Simonovis no maneja
información actualizada y mucho menos del ámbito financiero. Está
completamente desfasado y es un pésimo investigador. Simonovis incluso
aparentemente padece algunos problemas cognitivos. Para rematar no olvidemos
que Simonovis ocupó un cargo en el Gobierno de Hugo Chávez cuando Martín
Olivares estaba en la DISIP.

“De otras seis personas entrevistadas sobre Martín, entre las que se
encuentran dos antiguos militares venezolanos que trabajaron bajo el mandato
de Chávez y un oficial de policía, solo Simonovis accedió a ser citado por
su nombre. Los demás prefirieron permanecer en el anonimato por temor a que
hablar públicamente sobre Martín pudiera provocar represalias.

El propio Martín no respondió a las solicitudes de comentarios.”

Existen reputados exfuncionarios policiales, como Henry López Sisco y Luis
Castro, periodistas como Manuel Malaver, Patricia Poleo, Daniel Lara Farías,
funcionarios panameños y banqueros como Eligio Cedeño que estarían
dispuestos a realizar importantes aportes sobre el tema. De hecho, solo hace
falta googlear y podrán comprobar cómo la web está repleta de denuncias y
publicaciones de fechas anteriores y de medios distintos a los que
realizaron la nueva investigación , hasta con los movimientos migratorios
frecuentes de Pedro Luis Martin a Panamá y Aruba, entre otros
destinos.

¿Currículos paralelos? No. Mentiras paralelas

“Más allá del hecho de que Martín Olivares nació en 1967 en Caracas, hay
poco registro público de sus primeros años. Se ha descrito a sí mismo como
abogado y economista, pero los periodistas de este reportaje no pudieron
encontrar ningún registro de que haya estudiado esas materias en Venezuela”.

Totalmente falso. No es ni bachiller. La historia es más truculenta. La
madre de Pedro Luis contrajo nupcias con el padre del también
narcotraficante internacional Alexander alias “El Enano” Del Nogal. Ambos
son hermanos de crianza. Del Nogal padre era un célebre corruptor de menores
en el este de Caracas y la mayor parte de los amigos de sus hijos terminaron
vinculados a graves hechos delictivos. Cuando Hugo Chávez asumió el poder
Alex Del Nogal y Ramiro Helmeyer manejaban la DISIP y la escolta civil
presidencial. Gracias a la amistad que ambos cultivaron con Chávez en la
cárcel de Yare lograron imponer a Marín como director de inteligencia
financiera. Mucho del dinero sucio de Pedro Luis se legitima en España a
través de las empresas de los Del Nogal.

“Según Simonovis, que trabajó como detective de la policía durante años
antes de convertirse en preso político bajo el mandato de Chávez y escapar
después a Estados Unidos, Martín se involucró en el tráfico de drogas y el
blanqueo de dinero en la década de 1990. Más tarde, según este testimonio,
Martín empezó a cooperar con las autoridades venezolanas para evitar el
riesgo de ser procesado, ayudando a montar varias “entregas controladas”, es
decir, ventas de droga realizadas con el conocimiento y la supervisión de
las fuerzas del orden para capturar a otros traficantes.

Simplemente Martin era informante de la extinta PTJ, la GN y la DEA, antes
de ser designado en la DISIP. Un “sapo” profesional.

“Después de que Chávez llegara a la presidencia en 1999, Martín fue
designado para la oficina antidrogas de la ciudad, aparentemente
aprovechando las conexiones que había construido en la fuerza policial. En
2002, se convirtió en Director de Inteligencia Financiera de la policía
política nacional: la Dirección General Sectorial de Servicios de
Inteligencia y Prevención (Disip), heredada con ese nombre del período
democrático anterior y luego rebautizada por el chavismo como Servicio
Bolivariano de Inteligencia (Sebin) ”.

Falso. Nunca ocupó ningún puesto policial o en la lucha contra el tráfico
de drogas. Ahora bien, hoy nadie recuerda que durante muchos años manejó la
seguridad del Grupo y Constructora Sambil, sus mall y de la propia familia
Cohen.

“Él y su gente utilizaban soplones y escuchas telefónicas para obtener
información comprometedora sobre personajes ricos o poderosos, a los que
luego citaban, les fabricaban expedientes penales y exigían dinero para
detener el acoso, dijeron.”

Eligio Cedeño, Gonzalo Tirado Yépez, Ricardo Fernández Barrueco, Pedro
Torres Ciliberto, Julio Herrera Kolster y un gran número de banqueros eran
sus “clientes” y víctimas. Solo por mencionar unos pocos. Lina Ron era su
amiga íntima. Se rumora que Martín le proporcionó la droga que consumió en
sobredosis y que la llevó a la muerte.

“Un empresario que pasó años en la cárcel dijo que Martín también solía
visitar la prisión y ofrecer “favores”, como acceso a áreas abiertas,
ordenadores o cursos a distancia, a cambio de pagos. Simonovis dijo que en
cierto momento el poder de Martín había crecido lo suficiente como para
empezar a chantajear a figuras dentro de la propia estructura de poder de
Chávez. “Esa fue la gota que colmó el vaso”, dijo el excomisario”.

Cada vez que estaba urgido de dinero visitaba a Eligio Cedeño en su celda
en El Helicoide y le inventaba una fábula para quitarle dinero. Martín
participó en el secuestro de Gustavo Arraiz Manrique en Panamá, por órdenes
de Chávez, por considerar que ofendió a su hija predilecta.

Eligio Cedeño, Gustavo Arraiz Manrique

La privatización de la inteligencia (y la institucionalización de la
extorsión)

“Martín dejó la Disip en 2004, pero mantuvo su conexión con la comunidad de
inteligencia. Al menos fue lo que afirmó en una rara entrevista concedida al
sitio web en español de la cadena de televisión panárabe Al-Mayadeen en
octubre de 2020, publicada seis días después de que se anunciara la
recompensa estadounidense por el expolicía venezolano; quizás sin el “ex”.
Entonces dijo que todavía manejaba “información” a pesar de haber dejado
formalmente la agencia. “Nunca se abandona la inteligencia, siempre se sigue
obteniendo información”, dijo”.

Olvidan mencionar otras entrevistas complacientes y acomodaticias ofrecidas
a INFOBAE y su amiga Sebastiana Barráez, entre otras. Desde ese momento en
Venezuela se sabe que Martin se convirtió en un muy favorecido contratista
de PDVSA.

“Los detalles de las operaciones de estas empresas muestran que Martín
seguía estando bien conectado incluso después de dejar su puesto oficial.
Los registros empresariales muestran que su empresa de seguridad privada,
Grupo Control 2004, obtuvo contratos de importantes instituciones estatales,
como el banco estatal Bicentenario, el aeropuerto La Chinita de Maracaibo,
en el estado Zulia, y Minerven, una empresa minera -principalmente aurífera-
activa en la región de Guayana, en el sur de Venezuela”.

También obtuvo contratos de seguridad a través de secuaces en Panamá y
Florida.

“Otra de sus empresas, PLM Consultores, prestó “servicios de asesoría en
relaciones institucionales” a 11 empresas vinculadas a Omar Farías, un
empresario conocido por entonces en Venezuela como el Zar de los Seguros
porque consiguió importantes contratos de seguros de instituciones públicas,
lo que le permitió amasar una fortuna bajo el mandato de Chávez. Farías se
ha visto envuelto en múltiples escándalos de corrupción, no solo en
Venezuela sino en otros países como, por ejemplo, República Dominicana y
Ecuador”.

Pero nadie habla de los servicios que le prestó y aún le presta a Ricardo
Fernández Barrueco, Daniel Haro, exalcalde de Cantaura y Diosdado Cabello.
Su desgracia política comenzó cuando “siguiendo órdenes” de uno de sus
mandantes, la emprendió contra el entonces gobernador Tarek Williams Saab,
hoy Fiscal General.

“En 2010, Martín apareció en un cable clasificado del Departamento de Estado
de Estados Unidos, publicado entre las filtraciones de Wikileaks, en el que
se detallaba un supuesto complot de la agencia de inteligencia venezolana
para asesinar al entonces presidente panameño, Ricardo Martinelli. El cable
no proporcionaba ninguna razón por la que el gobierno de Venezuela o uno de
sus funcionarios quisiera llevar a cabo tal asesinato, pero sí vinculaba a
Martín con el régimen de Chávez, seis años después de que dejara su puesto
en el servicio de inteligencia”.

Rigurosamente cierto lo de la planificación del magnicidio contra Ricardo Martinelli. Panamá le prohibió la entrada al país. Tampoco se mencionan en el reportaje los vuelos que realizaron Pedro Luis Martín Olivares junto a su esposa Alexandra Besteiro y el empresario venezolano Omar Jesús Farías Luces desde Panamá hacia Venezuela. La investigación fue conducida por el periodista panameño Tomás Cabal, a quien pudieron haber consultado.

Tomás Cabal

“Por la misma época, una operación conjunta contra el narcotráfico llevada a
cabo por las autoridades de Estados Unidos y las Islas Vírgenes Británicas
tendría profundas consecuencias para Martín.

En 2010, la policía detuvo a tres hombres que esperaban en una embarcación
para recuperar un paquete lanzado desde un avión procedente de Venezuela en
aguas de las Islas Vírgenes Británicas. A la postre, en el paquete se
encontraron más de 261 kilogramos de cocaína.

Las autoridades relacionaron el envío con el narcotraficante Roberto Méndez
Hurtado, también conocido como Pluma Blanca, del colombiano Cártel del Norte
del Valle. En 2013, Colombia extraditó a Méndez a Estados Unidos, donde fue
acusado de organizar envíos de cocaína desde Venezuela a Centroamérica y el
Caribe. En 2014, fue declarado culpable y condenado a 19 años de prisión,
antes de ser liberado en enero de este año, según informan varios medios.

Según las autoridades estadounidenses, Martín había estado en la nómina de
Méndez, supuestamente ayudando a coordinar los envíos de cocaína desde su
puesto en la Disip y distribuyendo sobornos a funcionarios venezolanos.
También se aseguraba de que los radares estuvieran apagados para permitir
que los aviones cargados de cocaína cruzaran sin contratiempos el espacio
aéreo venezolano.”

Pero sospechosamente no se habla de la relación de Martín con el Cartel de
la Guajira, Clíver Alcalá Cordones y el narcotraficante Hermágoras González
Polanco.

“Siempre según las autoridades estadounidenses, Martín, junto con el exjefe
de la Disip y exjefe de la contrainteligencia militar chavista, el general
Hugo El Pollo Carvajal, y otros altos cargos venezolanos, formaban parte del
llamado Cártel de los Soles, una célula de narcotraficantes integrada por
oficiales del ejército de ese país. Tras dos años de huida y también después
de su ruptura con el régimen de Nicolás Maduro, Carvajal fue capturado en
España en 2021 y está a la espera de ser extraditado a Estados Unidos.

Martín fue acusado por un Gran Jurado federal de Miami bajo cargos de
tráfico de drogas en 2015. Tres años más tarde, la Oficina de Control de
Activos Extranjeros de Estados Unidos (OFAC) impuso sanciones a sus
empresas, diciendo que Martín había “explotado su posición en el gobierno y
aceptado sobornos de narcotraficantes que operan en Venezuela y Colombia
como parte de un esquema más amplio para facilitar el movimiento de
narcóticos desde y a través del espacio aéreo venezolano”.

Martín siempre fue la mano derecha de Hugo Carvajal en el tráfico de
cocaína.

“En 2018, la OFAC también mencionó a Martín en sus sanciones contra Diosdado
Cabello, uno de los dirigentes más poderosos del chavismo, afirmando que
ambos “trabajaron juntos para mover dinero ilícito a Panamá, República
Dominicana y Bahamas a finales de 2016”.

Esta alianza de periodistas ha sabido que los funcionarios de seguridad
españoles también empezaron a investigar a Martín en 2014, después de que
llamara su atención por el historial del venezolano en el servicio secreto
de Chávez y por las acusaciones de que estaba involucrado en el Cártel de
los Soles, con conexiones de alto nivel con el gobierno de Chávez. Los
agentes de seguridad le asignaron en código el apodo de Platanote, y
comenzaron a sondear sus bienes en España”.

Desde que estuvo como director de inteligencia financiera de la DISIP, las
autoridades del CNI español sabían de su existencia y apenas abandonó la
policía política es objeto de investigaciones por parte de ellos, que
inexplicablemente no han concretado en nada aún.

Debilidad por las millas de oro (y las mujeres ajenas)

“A pesar de estar en el punto de mira tanto de las agencias de seguridad
estadounidenses como de las españolas, los miembros de la familia de Martín
pudieron adquirir en 2013 dos valiosos apartamentos en la ciudad de
Barcelona, en España, sin ser detectados, según parece.

Estos inmuebles, ambos desconocidos para las autoridades españolas hasta
hoy, tienen un valor conjunto de unos 2,5 millones de euros, según un
servicio de tasación de inmuebles del banco multinacional español BBVA”.

Es totalmente falso que las autoridades españolas desconocieran la
existencia de los inmuebles.

“Ambos inmuebles están situados en un antiguo edificio bancario de la década
de 1950 en la llamada milla de oro de la ciudad, una franja de edificios de
alto nivel en el centro de Barcelona. La propiedad de los bienes la detenta
Urdanbest SL, una empresa española en la que la esposa de Martín, Alejandra
Besteiro, su hijo, Pedro Luis Martín Besteiro, y su hijastro, Orlando
Urdaneta Besteiro, aparecen como directores”.

¡Bingo! Alejandra Besteiro fue cónyuge del animador Orlando Urdaneta. Se
conocieron cuando la bella dama era aeromoza. Orlando Urdaneta Besteiro es
hijo del animador y actor. Cuando Pedro Luis se unió a Alejandra, el pequeño
Orlando junior fue prácticamente secuestrado y le prohibió ver a su padre
biológico. Sospechosamente esto no lo comenta Armando Info.

“Urdanbest, a su vez, tiene su domicilio social en una lujosa oficina en uno
de los barrios más caros de Madrid. Dominada por un gran cuadro, la oficina
la comparte con Balclutha SL, una empresa vinculada a un empresario
financiero venezolano, Luis Alberto Benshimol Chonchol, conocido por su
mecenazgo del arte contemporáneo y por sus vínculos con el controvertido
mercado paralelo que permitía a los inversores explotar la diferencia entre
los tipos de cambio oficiales controlados por el Estado chavista y los del
mercado negro, durante la primera década del s. XXI”.

¡Bingo otra vez! Luis Benshimol tiene la exclusividad para importar
máquinas traganíqueles para los casinos en Venezuela.

¿Por qué en la investigación no se comenta?

Siguen los negocios desde Venezuela (con PDVSA)

“En su entrevista con Al-Mayadeen, Martín rechazó los cargos que se le
imputan, diciendo que Méndez estaba ofreciendo información falsa para
reducir su propia condena.

Las autoridades estadounidenses “meten en la cárcel a gente que ni siquiera
te conoce”, dijo. “Les dicen que tienen que testificar contra ti para
reducir sus condenas”. Aseguró que las sanciones de la OFAC no eran más que
una manera de “chantajear y presionar” para que él se volviera contra altas
figuras del gobierno de Chávez.

En 2018, Martín llegó a radicar una demanda por difamación en un tribunal de
Florida contra Méndez y otro informante, según el Miami New Times. “Las dos
personas que son extrañas a él están diciendo todo tipo de cosas
exageradas”, se citó a su abogado en ese momento.”

A uno de nuestros colaboradores también lo demandó por difamación e injuria
en los tribunales penales de Caracas. El único diario que publicó la
notificación fue El Nacional bajo el control de Miguel Henrique Otero. El
tiempo le dio la razón. Este mismo colaborador fue quien denunció a Martín
ante el Ministerio Público por la muerte de Danilo Anderson. 15 días después
le allanaron su casa, meses después debió huir a Panamá, donde aún
reside.

“Según las transcripciones del tribunal estadounidense, Martín se entregó a
las autoridades venezolanas después de que se emitiera una alerta roja de
Interpol contra él, hecho que su abogado en Estados Unidos utilizó para
argumentar que no podía ser considerado un fugitivo.

Los fiscales estadounidenses rechazaron este argumento, alegando que Martín
se había entregado porque sabía que Venezuela no lo enviaría a Estados
Unidos. Cuando los venezolanos se dirigieron a las autoridades
estadounidenses para preguntarles si querían presentar los trámites para que
Martín fuera extraditado, se negaron.

“Sabemos bien que hay una prohibición constitucional en Venezuela para
extraditar a sus propios ciudadanos”, dijo Adam Fels, asistente del fiscal
estadounidense en ese momento. “Entonces, ¿por qué molestarse siquiera?”.

Fels señaló en una audiencia judicial que Martín había estado viajando desde
mucho antes de su acusación, pero dejó de salir de Venezuela después de
2015, presumiblemente para evitar el arresto.

“Hay una enorme cantidad de viajes registrados en su propio pasaporte antes
de ser acusado”, dijo Fels. “Se trata de una persona que llenó las páginas
de sus pasaportes. Y entonces, ya ves, tan pronto como se le acusa y
descubre, todos los viajes se acaban”.

En la actualidad, Martín sigue en Venezuela, trabajando desde las mismas
oficinas del Centro Lido, según Simonovis. “Sigue ocupándose de los negocios
en Caracas”, dijo Simonovis”.

La supuesta entrega fue un show coordinado con Maikel Moreno cuando
presidió el TSJ. Martín nunca ha dejado de salir de Venezuela, usando
distintas identidades y pasaportes.

Para cerrar, mantenemos contacto frecuente con varios exagentes de la DEA
que pueden dar fe de lo aquí expuesto.

¿Por qué, por ejemplo, el exdirector del SEBIN, Manuel Ricardo Cristopher
Figuera, no fue consultado? También tendría mucho que aportar.


Las aseveraciones expuestas en este artículo son solo del autor (a) y no
representan de forma alguna afirmaciones u opiniones editoriales
de expresa.SE

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