La venezolana Yulimar Rojas escribió, con 26 años, una nueva página en la
historia del atletismo al proclamarse por tercera vez campeona del mundo de
triple salto en pista cubierta, una gesta sin precedentes, con un nuevo récord
mundial de 15,74 metros que le acerca un poco más a su objetivo de convertirse
en la primera mujer que supera los 16 metros.
Tenía el récord mundial absoluto con los 15,67 metros que le dieron el título
olímpico en Tokio 2020, y el de pista cubierta en los 15,43 que alcanzó hace
dos años en la reunión de Madrid.
olímpico en Tokio 2020, y el de pista cubierta en los 15,43 que alcanzó hace
dos años en la reunión de Madrid.
Le acompañaron en el podio la ucraniana Maryna Bekh-Romanchuk, que pulverizó
su marca personal en el último salto con 14,74, y la jamaicana Kimberly
Williams con 14,59, mientras que la española Ana Peleteiro, bronce olímpico en
Tokio 2020 y compañera de entrenamientos de Yulimar, acabó octava con 14,30.
su marca personal en el último salto con 14,74, y la jamaicana Kimberly
Williams con 14,59, mientras que la española Ana Peleteiro, bronce olímpico en
Tokio 2020 y compañera de entrenamientos de Yulimar, acabó octava con 14,30.
Desde el 14 de agosto de 2016, cuando solo cedió ante la colombiana Caterine
Ibargüen en la final olímpica de Río, Yulimar asumió la primacía del triple
salto bajo la sabia dirección del cubano Iván Pedroso en Guadalajara. Campeona
mundial bajo techo ya aquel mismo año en Portland, después retuvo la corona en
Birmingham 2018, ganó dos Mundiales al aire libre (Londres 2017 y Doha 2019),
el oro olímpico en Tokio y batió el récord del mundo tanto al aire libre
(15,67) como en pista cubierta (15,43).
Ibargüen en la final olímpica de Río, Yulimar asumió la primacía del triple
salto bajo la sabia dirección del cubano Iván Pedroso en Guadalajara. Campeona
mundial bajo techo ya aquel mismo año en Portland, después retuvo la corona en
Birmingham 2018, ganó dos Mundiales al aire libre (Londres 2017 y Doha 2019),
el oro olímpico en Tokio y batió el récord del mundo tanto al aire libre
(15,67) como en pista cubierta (15,43).
Un palmarés tan impresionante y el margen de 79 centímetros en el ránking
mundial del año sobre la segunda (la dominiquesa Thea Lafond), cerraba la
puerta a cualquier sorpresa en Belgrado. La incógnita residía en comprobar si
Rojas adornaría o no su nuevo título con un récord mundial, superando el que
logró en febrero de 2020 en Madrid con 15,43. En la misma capital de España,
hace solo 18 días, se había quedado a dos centímetros en su primera
competición en casi seis meses.
mundial del año sobre la segunda (la dominiquesa Thea Lafond), cerraba la
puerta a cualquier sorpresa en Belgrado. La incógnita residía en comprobar si
Rojas adornaría o no su nuevo título con un récord mundial, superando el que
logró en febrero de 2020 en Madrid con 15,43. En la misma capital de España,
hace solo 18 días, se había quedado a dos centímetros en su primera
competición en casi seis meses.
El año pasado superó los 15 metros en sus ocho competiciones y en este 2022 va
por el mismo camino. En su primer salto, técnicamente imperfecto, sentenció la
contienda con 15,19. Ya tenía el oro. A partir de ahí tenía que arriesgar en
busca de un nuevo récord, que se hizo esperar. En la quinta ronda Rojas batió
ya el récord de los campeonatos con 15,36, pero quedaba lo mejor. Pidió palmas
al público, se animó con sus gritos característicos en la cabecera de pista,
enfiló el pasillo y aterrizó a 15,74 metros de la tabla.
por el mismo camino. En su primer salto, técnicamente imperfecto, sentenció la
contienda con 15,19. Ya tenía el oro. A partir de ahí tenía que arriesgar en
busca de un nuevo récord, que se hizo esperar. En la quinta ronda Rojas batió
ya el récord de los campeonatos con 15,36, pero quedaba lo mejor. Pidió palmas
al público, se animó con sus gritos característicos en la cabecera de pista,
enfiló el pasillo y aterrizó a 15,74 metros de la tabla.
La ‘otra’ competición dentro de la propia final, la lucha por la medalla de
plata, estaba, por el contrario, muy abierta. Kimberly Williams, subcampeona
hace cuatro años, abrió el concurso con un salto de 14,59 que auguraba no solo
un podio caro, sino también el corte reservado a ocho de las dieciséis tras la
tercera ronda. Peleteiro, bronce en el Mundial en sala anterior, empezó con su
mejor marca del año (14,30), cuarta en el primer turno, y estuvo litigando con
el despegue sin conseguir mejorar ya su primer registro.
plata, estaba, por el contrario, muy abierta. Kimberly Williams, subcampeona
hace cuatro años, abrió el concurso con un salto de 14,59 que auguraba no solo
un podio caro, sino también el corte reservado a ocho de las dieciséis tras la
tercera ronda. Peleteiro, bronce en el Mundial en sala anterior, empezó con su
mejor marca del año (14,30), cuarta en el primer turno, y estuvo litigando con
el despegue sin conseguir mejorar ya su primer registro.
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